El académico del Instituto de Historia, Gabriel Cid, explica por qué se establecieron el
18 y 19 de septiembre como los días oficiales de Fiestas Patrias. Con anterioridad, este
festejo también se realizaba el 12 de febrero y el 5 de abril.
¿Sabías que Chile celebraba las Fiestas Patrias en febrero, abril y septiembre? Estas tres
instancias festivas, en menos de 365 días, sucedieron alguna vez en nuestro país, donde
las “chinganas”, la comida típica, las fondas y ramadas eran protagonistas y motivo de
celebración para todas las clases sociales.
¿Por qué se festejaba tres veces? Gabriel Cid, académico del Instituto de Historia de la
Universidad San Sebastián, explica por qué se definió el 18 y 19 de septiembre como la
fecha de nuestras Fiestas Patrias.
Chile y sus tres grandes fiestas nacionales
Si retrocedemos hasta el siglo XIX, específicamente al 18 de septiembre de 1810, nos
encontramos con el día de instalación de la primera Junta Nacional de Gobierno, que se
instauró como la primera fecha de fiesta nacional durante el mandato del primer
comandante en jefe del Ejército, José Miguel Carrera.
Ocho años después, en 1818 y bajo decreto del primer director Supremo, Bernardo
O’Higgins, se sumarían dos fechas: el 12 de febrero, por la Proclamación de la
Independencia de Chile; y el 5 de abril, asociada a la conmemoración del triunfo contra
las fuerzas españolas en la Batalla de Maipú.
1837 el año decisivo
La historia cambió en 1837, cuando el gobierno de José Joaquín Prieto se percató que
económicamente no eran factibles tantas celebraciones. Además, “la sociedad no tenía
claridad de cuál de las tres fechas era la independencia del país. Así, las autoridades
intentaron simplificar el mensaje concentrando los homenajes a la independencia en
una sola fecha” explica el historiador.
Según el académico, la decisión fue “de tipo pragmático, ya que, finales de febrero e
inicios de abril no son buenas fechas de celebración. Uno, porque las clases dirigentes,
que son las que protagonizan las actividades cívicas, tienden a estar fuera de la ciudad y
dos, porque coinciden con las actividades más intensas de las faenas en el ámbito
agrícola. Por lo tanto, septiembre era una mejor fecha para celebrar las Fiestas Patrias”.
“Lo que hacen los chilenos no es muy diferente de cómo funciona en Argentina y
México, donde se escoge la conmemoración de la primera junta de Gobierno para situar
la fiesta nacional. En general, los países latinoamericanos tienden a poner el acento más
en la primera junta que en la declaración de independencia”, añade el académico.
¿Por qué el 19 se suma a esta conmemoración?
Finalmente, Gabriel Cid detalla que la elección del 18 de septiembre como la fiesta
nacional implicaba asignarle mayor preponderancia a la dimensión cívica de la
independencia que a su dimensión militar. Sin embargo, lo militar no fue totalmente
excluido de las celebraciones.
“En efecto, ya desde la década de 1830, el 19 de septiembre se realizaban (no de manera
oficial) desfiles militares en las afueras de la ciudad, con presencia de autoridades y de
los sectores populares. Fue una costumbre extendida, pero que en su momento no
necesitó formalización. Esta práctica tradicional solo fue ratificada formalmente en 1915,
cuando se concentró en el 19 de septiembre la celebración del Día de las Glorias del
Ejército”, finaliza.
Gabriel Cid
El académico del Instituto de Historia
Universidad San Sebastián